Las Vegas, Nevada. Manny Pacquiao demostró por qué ocupa el sitial de mejor libra por libra del mundo.
Apoyado por un furioso poder y velocidad, el filipino detuvo al puertorriqueño Miguel Cotto a la altura del duodécimo asalto por nocaut técnico para capturar el cetro wélter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) y, a su vez, hizo historia al convertirse en campeón en siete divisiones distintas.
A pesar de que Cotto comenzó fuerte con buenos jabs al rostro de Pacquiao, el filipino no se dejó intimidar y poco a poco fue colando los golpes. De hecho, una derecha al mentón envió a Cotto a la lona en el tercer asalto y desde ése momento, el duelo se inclinó a favor de Pacquiao. En el cuarto, el criollo nuevamente visitó la lona producto de una corta zurda. A pesar de que lucía lastimado, Cotto sobrevivió
La suerte ya lucía hechada.
Desde ese momento, Pacquiao comenzó a presionar constantemente, mientras que Cotto usaba su boxeo para mantener al filipino a distancia. No obstante, a partir del sexto asalto, el rostro de Cotto comenzaba a sangrar por la boca, además que su ojo derecho se inflamaba.
Fue cuando el puertorriqueño pedaleó hacia atrás mientras Pacquiao conectaba con sus caraterísticas ráfagas de golpes que evidentemente hacían daño.
Al comenzar el décimo, Joe Santiago –entrenador de Cotto- tardó en bajar los escalones de la esquina, lo que proyectó que estaba preparado para detener el combate a raíz de las heridas que Cotto había sufrido.
Sin embargo, el cagüeño rehusó entregar las armas y prefierió continuar, pero era cuestión de tiempo hasta que el referí Kenny Bayless detuviera el encuentro a los 55 segundos del duodécimo asalto
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